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“It’s not easy, you see, when they’re speaking over me.”
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Jazz, Carla, Leia y Antonio (que ya dejó la banda) estaban en sus teen days cuando todo esto comenzó. Fue en 2015, que MOURN se introdujo al mundo con su álbum debut homónimo y la music media actuaba sorprendida, alegando que sus canciones sonaban muy maduras para su edad. Lo decían como tratándose de un cumplido. Lo que no entendían, era lo que realmente estaba pasando: Una revolución estaba comenzando. Por unos chicos que eran capaces de grabar su primer disco en vivo, durante tan solo dos días, pero debían esperar a que su bajista pudiera tocar en venues donde se exigía la mayoría de edad. Parecía que a todos lados donde su música los llevaba, se les recordaba lo jóvenes que eran. Pero así son las revoluciones, no tienen aliados. Y esto, las MOURN lo saben más que nadie.
Después de Ha, Ha, He! y Sorpresa Familia, llega el álbum más revolucionario de su discografía. El más libre y visceral. Self Worth es una colección de temas, que desde el enojo, apatía y disgusto, se convierten en himnos de feminismo, hermandad y, por su puesto, revolución. Por ejemplo “Men”, deja claro su crecimiento como músicos y de su conciencia como mujeres. Esta es una canción reveladora, necesaria y deliberadamente incómoda. Pasando por deleites de estridencia como “Stay There”, este es un álbum sólido. Medido clínicamente en sus tiempos durante la media hora que dura. Balanceado y con un tono muy convincente. Poderosamente fascinante. Por primera vez en toda su carrera, las 3 mujeres de MOURN se vuelven una sola y su voz se escucha más fuerte que nunca. Y en ocasiones, su voz es el instrumento más fuerte que poseen, como muestra el inicio de “I’m In Trouble”.
Así como el mundo, MOURN no es la misma banda desde su creación; y a través del Shoegaze, Math-Rock y el Punk, ahora deciden abordar temas con mayor peso. Guiando sus letras a través de una instrumentalización más esencialista. Al punto y sin rodeos. Dejando que sus mentes expresen todo en crudo, sin filtros. Sin reprimir. O como ellas mismas lo describen: “Este disco nos dio lo que necesitábamos: autoestima, ganas de seguir adelante, amarnos a nosotras mismas, con todo, con lo bueno y lo malo. Este álbum nos empodera.” Las MOURN, presentan estos himnos de guerra contra el patriarcado, como prueba absoluta de que el Riot-Grrrl no morirá nunca. Siendo dueñas de sí mismas como artistas y mujeres. Líderes de su propia revolución. Claro está, y dicho mejor en palabras de Allende: “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica.” ¡Qué viva la revolución de las MOURN!
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